sábado, 15 de septiembre de 2012

Guerra Fría





Facebook tiene demasiados usos. Puede ser una de las herramientas de comunicación más eficaces, la trinchera en la guerra por el orgullo o la central de las conspiraciones contra los ex.

Cuando llegué a La Plata hice muchas amigas porque vivía en una pensión de mujeres. Eli era una de esas con las que mejor me llevaba, y hoy se convirtió en una de mis mejores amigas. Por lo general, siete mujeres del interior, que viven juntas, están haciendo los cursos de ingreso y están solas, hablan de hombres. Ahí fue cuando a Eli le pareció buena idea presentarme a su amigo, Juancho.

Un día quedamos en tomar mates en su casa así que fui hasta su departamento y, aunque había yerba, me quedé a dormir con él igual.

Cuando volví a mi casa me quería matar, como era amigo de mi amiga iba a tener que ser algo más que algo de una noche. Así que, como no me molestaba tener un "puerto seguro", lo vi como por cuatro meses, sin dejar de asaltar boliches los fines de semana que salía con las chicas (incluso el lugar donde él trabajaba como RRPP).

Cuando la cosa no dio para más, ni siquiera tuve que mover un dedo para dejarlo porque Eli lo hizo por mí. A la semana, el chico me llamó 50 veces por teléfono, tomó de rehén mi muro de Facebook y reclamaba la oportunidad de mejorar las cosas bajo el slogan de "Ya sé que no tenemos nada en común y que ni siquiera tenemos temas de conversación, pero yo te amo igual" (¡¿Qué carajos?!). De más está decir que sus intentos fueron en vano. Fue ahí que comenzó la guerra fría.

Aparentemente, se estaba viendo con alguien y a los tres días puso una foto suya y de la minita de perfil (¿Hay algo más patéticamente desesperado que eso?). Yo veía sus actualizaciones sobre que estaba enamorado y honestamente no podía sino reírme. ¡Dos semanas antes me estaba rogando volver! Era muy cómico, por que yo ya estaba de novia y el pibe se creía que yo estaba mal por él.

NOTICIA DE ÚLTIMO MOMENTO: que yo no ventile mi vida amorosa y sexual por Facebook no quiere decir que no tenga una. Al contrario, es mejor que la tuya ;).

Cierto día me habló intentando ser amigos, le dije que ni en pedo, a lo que respondió: "¿Tanto te lastimé para que no me puedas ni hablar?". Honestamente, no recuerdo qué le contesté, pero no fui tan hdp como para decirle la verdad "Facebook to Facebook". "Sinceramente no quiero ser tu amiga porque cada vez que me acuerdo que estuve con vos me dan ganas de hacerme una lobotomía".

Lo tuve como amigo en Facebook hasta hace como dos semanas, cuando hice limpieza general de amigos y decidí que sus actualizaciones, me enervaban por lo boludas que eran. Actualicé el álbum de fotos en el que pongo las que estoy con mi novio, borré a unas cuantas personas, incluido a él. Y si alguna vez se da cuenta de la fea actitud que tuve, que piense lo que le plazca.

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Rocío T.